Aprovechando el “Día Europeo de los Parques 2015” que se celebra el próximo 24 de mayo, me gustaría expresar una inquietud suscitada por rumores que circulan en torno al Parque Nacional del Teide, del que fui Director-Conservador hace muchos años, cuando estaba bajo la tutela de la Administración Central. Se especula, como digo, sobre un posible cese de las actividades de interpretación en dicho Parque, o al menos, del cierre del centro de Interpretación Telesforo Bravo, que se encuentra adosado al Parador Nacional emplazado en Las Cañadas. Desconozco si se trata de un recorte presupuestario pasajero, como si la interpretación fuese el postre prescindible tras una larga pitanza, o de algo peor y con más calado.
De ser así, es que no se ha entendido bien para qué se crean los parques nacionales. Todo parque tiene dos propósitos: conservar la naturaleza y facilitar un contacto de las personas con ella, de forma compatible, obviamente. Ambos fines son indisolubles, y si falla una de estas patas, te caes.
Dicho de otra manera: si un parque, que se hace para las personas, no consigue ofrecerles una experiencia singular o íntima con la naturaleza, incumple como parque, bien porque el área en cuestión fue mal escogida para ser parque, o bien porque se está gestionando mal. Y en este contacto hombre-naturaleza, es donde la interpretación juega su papel, porque no todas las personas hablan la lengua de la naturaleza y se quedan solo con la cáscara visual. No se trata de instruir al visitante sobre medio natural, como tristemente se hace en muchas ocasiones, sino de mostrarle lo que no se ve, a interpretar colores, formas y procesos, a correr la moviola del tiempo hacia atrás y hacia adelante, y así percibir con el entendimiento aquello oculto a la mirada simplona. Jugar a ser un ave o un insecto, cambiar las perspectivas, adquirir y sentir empatía por otros seres vivos normalmente ignorados. La interpretación, bien desarrollada, es un potenciador del goce del visitante en un parque, y sin ella, la experiencia de la visita baja muchos puntos hasta casi pasar por un paseo banal al aire libre.
Espero que las nuevas autoridades que se han hecho cargo de los parques de Canarias reflexionen sobre lo que acabo de exponer. En el mundo de hoy, en el que la naturaleza recula a ritmo preocupante, los parques nacionales tienen una misión excepcional. No solo se trata de hacerse con el control de los presupuestos que llevan aparejados.
Yo no estoy muy de acuerdo que uno de los fines fundamentales de los parques nacionales sea el de facilitar el contacto de las personas con la Naturaleza. Tristemente los P.N. son utilizados como merenderos, expositores de fauna y flora (como si de un Zoo se tratara) y mas tristemente como reclamo político. Eso no quiere decir que no esté en total desacuerdo con el cese de las actividades de educación ambiental (que es como creo que se debería llamar esto de Interpretación, ya que esa interpretación debe ser libre y cada uno debe tener la suya, no se trata de hacer con pasar una interpretación del medio, pero educar a las personas a respetarlo). Finalmente creo que cada vez nos desviamos del principal motivo por el cuál un área es protegida bajo las diferente categorías de Parques, ser un refugio para la Naturaleza, no un Zoo.
Creo que debatir estos temas son de gran importancia frente al panorama de crisis que venimos sufriendo en este país.
Saludos
Los parques nacionales surgieron pensados para el hombre, y de hecho, la palabra «parque» no es inocente, en el sentido de que se empleó por analogía a los parques citadinos que eran los que la gente conocía. Este enfoque se ha dado en llamar el «espíritu de Yellowstone», porque fue el primer parque nacional creado, y todas las leyes que tratan de parques nacionales así lo recogen. El caso de las reservas naturales, científicas, etc. son otra cosa, ciertamente desligadas del recreo de las personas y más centradas en la preservación de la naturaleza. Pero entiendo tu inquietud, y desde luego que ir a un parque a jugar a la pelota, por mucho que sea compatible con la conservación, no es la mejor manera de aprovecharlo y disfrutarlo. Ahí entraría la educación ambiental. La interpretación arrancaría luego, una vez en el parque, y tiene sus matices diferenciales. Si te intersa el tema, en la sección de «Productos /Medio ambiente» encontrarás algo más desarrollado el concepto de interpretación en este mundillo.